TESTIMONIOS DE FE Y VIDA

CADA MARTES:  UNA HISTORIA DIFERENTE Martes 19 de Julio de 2011 NUESTRA PRIMERA HISTORIA (Te recomiendo poner la música de fondo que se encuentra a la derecha) 1. NO IMPORTA QUE TU CASA SEA HUMILDE No importa que tu casa sea humilde y esté situada a la vera de un camino polvoriento,    blanquéala por dentro, cultiva su tierra, échale granos a los pájaros del campo y al poco tiempo verás que las enredaderas, cubriendo las paredes desnudas, transformarán tu choza en un canastillo y que los pájaros que atraes con tu afecto te la llenan de trinos y gorjeos. No importa que tu casa sea humilde si internamente  una lámpara ilumina las paredes blanqueadas y son dulces las ondas que irradian los leños encendidos de una hoguera. No importa que tu casa sea humilde si sus puertas se abren para recibir a todos, y en medio de su pobreza encuentra siempre un sitio amable el que llega cansado, y un vaso de agua el que llega sediento. No importa que tu casa sea humilde si ella tiene en la entrada una antorcha que encendida en las noches oscuras facilita a los que pasan la ruta que deben seguir. La gente buena a quien alumbre dirá conmovida: “¡Ahí vive un justo!”. Si alumbra a un amargado, dirá mirando los baches del camino: “¡Qué horror de carretera!”. No importe ni lo uno, ni lo otro. Levanta tu antorcha  y desea intensamente que ella a todos sirva. Enciende tu lámpara. Aviva las llamas de los leños y haz arder tu antorcha. Y así en las noches oscuras, cuando ruga el viento y las tinieblas envuelvan la tierra, tu hogar humilde a la vera del camino será mucho más dichoso que el palacio imponente cuyos reflectores estén apagados. No importa... que tu casa sea humilde. --------000--------- El poema puede referirse a la casa que nos cobija, o tal vez a nosotros mismos,  refiriéndose al hogar espiritual que está dentro de nosotros.   Que Dios les Bendiga.